Consiste en aplicar presión en zonas de los pies y de las manos, que se ven reflejadas en el cuerpo, consiguiendo estimular el sistema nervioso autónomo, aliviando dolores y molestias. El sistema nervioso tiene una especie de puntos en los pies conectados directamente con cada órgano del cuerpo, también llamados terminaciones nerviosas o zonas de reflejo, a través de los cuales es posible enviar un mensaje directo a una región deseada del organismo